el tacto de su piel

Nos habiíamos mirado más de una vez.
Habíamos sonreído al cruzar las miradas.
En una ocasión hasta sentí vergüenza, creo, de hecho, que se me aceleró el corazón.
Nos habíamos tocado casualmente, como algo normal.
Pero ese día sus dedos se entrelazaron entre los míos. Su piel buscaba la mía.
Me dejé encontrar...
Yo también busqué sus dedos y los entrelacé a los míos, luego apreté la mano y noté su calor.
No nos mirábamos, pero nos sentíamos, no hablábamos, pero nos escuchábamos.
Creo que estuvimos con las manos entrelazadas tan solo unos segundos pero, a mí me pareció que duraba toda la vida y, a la vez, un instante.
Desde entonces no hago más que pensar en sus manos, en sus dedeos entrelazados a los míos...
Sólo fue un segundo pero me ha llenado de cariño.
Espero que pronto vuelva a notar el tacto de su piel, espero...
*óscaredú*